Coautor: Fuad Riadi Hazbún (Empresario Maderero)
Aserradero Básico de los Años 1939.
El aserradero es el lugar donde se aserrrean los trozos de los árboles sacados del bosque para tranformarlos en madera en bruto o semi elaborada y desde ahí llevarla a las barracas donde se continúa el proceso de elaboración. Todos o casi todos los aserraderos estaban al lado o dentro del bosque que se explotaba.
Antes de instalar un aserradero ,era necesario hacer un estudio de planificación de la faena.
Todo este estudio era hecho por personas peritas en la actividad, cuya preparación y sapiensa venía de su propia experiencia en el trabajo. No había ninguna intervención de profesionales especializados ni cosa por el estilo, tampoco había algún control riguroso del sistema administrativo del país sobre la explotación de bosques.
Ya realizado el estudio se llevaba un equipo de unos diez trabajadores para despejar el lugar donde se instalaría el aserradero, éste generalmente se instalaba en un lugar bajo del bosque, para facilitar el acarreo de los trozos, que por su gran tamaño era difícil tirarlos cuesta arriba. Había trozos de un metro y medio hasta dos metros de diámetro y se debe entender que todo el traslado se hacía con bueyes. En el lugar escogido debía haber siempre agua para el consumo del motor, los trabajadores y los animales.
El segundo paso ,era hacer un camino para llegar con cierta facilidad al aserradero a sacar la madera. Después de 1945 las carretas empiezan a ser reemplazadas por camiones, en el traslado de la madera a las canchas de acopio en Cherquenco.
Ahora ya se puede empezar el trabajo propio del bosque. Se empezaba con los "fajeros" que generalmente eran dos por aserradero, estos trabajadores tenían la misión de trazar una faja de camino entre la maleza para poder llegar a los árboles a talar. Sólo después ingresaban los trozadores o volteadores de matas.
Mientras se efectuaba el destroce, empezaban simultáneamente los camineros que trabajaban en equipos de dos o tres personas. Eran los encargados de hacer los caminos madereros. Caminos muy primarios de no más de dos metros de ancho para que los bueyes o los carros madereros tirados por yuntas de bueyes llevaran los trozos al aserradero. Estos carros de madera sólo tenían el eje de fierro, hasta la ruedas eran de madera maciza y ancha cortadas de un trozo de pellín, para que resistieran y no se hundieran en la tierra blanda, siempre húmeda y virgen. Cuando los trozos eran demasiado gruesos se acoplaban dos carros y pasaban a llamarse "chatas". Estas chatas podían llegar a ser tiradas hasta por seis yuntas de bueyes a la vez.
Cuando se inició la explotación, los trozos eran amarrados con cadenas al yugo de los bueyes para ser tirados hasta el aserradero. La cantidad de yuntas dependía del tamaño del trozo. Habia que ser experto en el manejo de los animales para hacerlos tirar con toda su fuerza en forma sincronizada. Los bueyes tenían nombres propios y reconocían la voz y entonación de las órdenes de su amo, se acostumbraban a él.
Otro grupo de trabajadores dirigidos por un maestro iniciaba la construcción del aserradero mismo y la instalación de las máquinas.
En el aserradero trabajaban alrededor de quince personas que sumados a los trabajadores del bosque llegaban a ser hasta treinta personas.
Las funciones típicas del aserradero eran:
- Fogonero, encargado de hacer funcionar el motor y mantenerlo con la presión necesaria. Debía madrugar más que el resto de los trabajadores para prender el fuego, levantar la presión necesaria y engrasar la máquina.
- Leñero, su tarea era mantener siempre la leña seca necesaria para el funcionamiento del locomóvil.
-Botero, con una yunta de bueyes acercaba y ordenaba los trozos frente al banco aserrador.
-Tumbadores, generalmente eran dos y con una herramienta lamada diablo debían dejar el trozo sobre el carro para ser pasado por las sierras. Eran verdaderos malabaristas en su especialidad.
- PALANQUERO, sí así con mayúscula, era el trabajador más especializado de la faena. Su trabajo consistía en hacer pasar el trozo por las sierras, moviendo una palanca que le conectaba movimiento a un carro, sobre el cual iba el trozo. Debía hacerlo a la velocidad justa para no dañar las sierras o parar el motor. También tenía que sacarle el máximo de provecho a cada trozo, desperdiciando lo menos posible. De la calidad de su trabajo dependía el ritmo de producción del aserradero y el trabajo de los demás. Los buenos palanqueros eran contratados con anticipación, eran muy cotizados por los productores.
- Bocasierra, el que recibe la madera que ha pasado por las sierras.
- Ayudante de bocasierra, acercaba las maderas a una sierra más pequeña, la sierra canteadora.
- Canteador, trabajaba una sierra mediana sacándole el canto a la madera salida del la sierra principal.
- Recibidor de canteador, separaba las piezas ya canteadas.
- Listonero, encargado de llevar los bordes con corteza al lugar de los desperdicios.
- Tapero, se encargaba de seleccionar las tablas de primer corte, con corteza, pero aprovechables.
- Tableros, los que sacaban la madera ya terminada y las depositaban en la rumas desde donde eran fletadas al pueblo, generalmente.
- Despachador, entregaba la madera a los fleteros con una guía de despacho.
-Aserrinero, sacaba el aserrín acumulado cerca de las sierras en una carretilla con barandas altas y lo botaba en las cercanías.
- Administrador, encargado del buen funcionamiento del aserradero y personal, llevada la contabilidad y control de todo. Era el representante del patrón.
Ninguno de estos trabajadores usaba ropa o implementos de seguridad. Trabajaban con ojotas, pantalón de mezclilla, faja, camisa y un sombrero de fieltro viejo.
El lugar físico donde estaba el aserradero era una construcción rústica cubierta con algunas tablas que protegían escazamente del sol, la lluvia y el frío a los trabajadores.
Los trabajadores vivían en el lugar de las faenas solos o con sus familias. Trabajaban de lunes a sábado de sol a sol y si era necesario hasta los domingos. Se paraba para desayunar y almorzar.
Terminada la temporada algunos seguían trabajando con el mismo empleador en otras funciones y la mayoría quedaba cesante hasta el próximo año. Sus salarios eran los mínimos para la época, salvo el palanquero, fogonero y administrador que tenían un trato un poco diferente por la importancia de su labor. Los trabajadores de los aserraderos de las empresas importantes estaban protegidos por la Ley del Seguro Social.
En muchos aserraderos funcionaban las pulperías que abastecían en el mismo lugar las necesidades básicas de alimentación de los obreros. estas pulperías eran de propiedad del dueño del aserradero y el valor de los consumos se descontaba del salario. Así se evitaba que el obrero se ausentara de su lugar de trabajo y el patrón incrementaba un poco más sus utilidades con el valor de los productos que entregaba.
En sectores como Los Lleuques, Santa María de Quepe y El Trueno existían escuelas primarias fiscales.
Primero que nada se hacía un recorrido por el bosque que se quería explotar. Como en Cherquenco todos los bosques que se explotaron entre 1900 y 1960 eran vírgenes, esta planificación duraba varios días; en algunas oportunidades, se veía el tipo de madera que había, en que cantidad y calidad, lugar donde se instalaría el aserradero, factibilidad de sacar la madera, maquinarias y herramientas a ocupar, trabajadores necesarios, abastecimientos, etc., era una tarea para expertos.
De lo anterior habría que deducir algunas de las causas de por qué la actividad maderera muere en Cherquenco a fines del siglo XX.
Estos trozadores eran verdaderos titanes y transformaban en arte su pesada labor, por la maestría que ponían en ella. Con hacha y "corvina"*, combos y cuñas de fierro, debían derribar árboles gigantescos y hacerlos caer en un determinado lugar para después poder cortarles las ramas y trozarlos a un largo pre establecido, generalmente tres metros sesenta para que fueran tirados al aserradero. Un árbol grande podía dar hasta seis trozos de cien pulgadas o más cada trozo.
Los trozadores trabajaban en parejas y por lo general eran familiares, padres e hijos, hermanos. Todos protegían su cintura envolviéndola con una faja roja, igual que los cargadores.
Hombres rudos, incansables que sólo detenían sus labores cuando la lluvia y la nieve lo impedían, eran trabajadores de todo el año, vivían con sus familias en el bosque , mientras que en el aserradero se trabajaba en verano y primavera.
Ganaban por las pulgadas que cortaban, por lo tanto, había que ponerle el hombro no más.
Un aserradero estaba formado en líneas generales, por un motor a vapor llamado locomóvil, que producía la energía necesaria para dar movimiento a un sistema de ejes y poleas, que hacía pasar el trozo empotrado en un carro, por las sierras circulares que lo cortaban a la medida requerida.
Con estos treinta trabajadores un buen aserradero debería producir unas ciento cincuenta mil pulgadas de madera verde en bruto por temporada.
Aserradero Básico de los Años 1939.
El aserradero es el lugar donde se aserrrean los trozos de los árboles sacados del bosque para tranformarlos en madera en bruto o semi elaborada y desde ahí llevarla a las barracas donde se continúa el proceso de elaboración. Todos o casi todos los aserraderos estaban al lado o dentro del bosque que se explotaba.
Antes de instalar un aserradero ,era necesario hacer un estudio de planificación de la faena.
Todo este estudio era hecho por personas peritas en la actividad, cuya preparación y sapiensa venía de su propia experiencia en el trabajo. No había ninguna intervención de profesionales especializados ni cosa por el estilo, tampoco había algún control riguroso del sistema administrativo del país sobre la explotación de bosques.
Ya realizado el estudio se llevaba un equipo de unos diez trabajadores para despejar el lugar donde se instalaría el aserradero, éste generalmente se instalaba en un lugar bajo del bosque, para facilitar el acarreo de los trozos, que por su gran tamaño era difícil tirarlos cuesta arriba. Había trozos de un metro y medio hasta dos metros de diámetro y se debe entender que todo el traslado se hacía con bueyes. En el lugar escogido debía haber siempre agua para el consumo del motor, los trabajadores y los animales.
El segundo paso ,era hacer un camino para llegar con cierta facilidad al aserradero a sacar la madera. Después de 1945 las carretas empiezan a ser reemplazadas por camiones, en el traslado de la madera a las canchas de acopio en Cherquenco.
Ahora ya se puede empezar el trabajo propio del bosque. Se empezaba con los "fajeros" que generalmente eran dos por aserradero, estos trabajadores tenían la misión de trazar una faja de camino entre la maleza para poder llegar a los árboles a talar. Sólo después ingresaban los trozadores o volteadores de matas.
Mientras se efectuaba el destroce, empezaban simultáneamente los camineros que trabajaban en equipos de dos o tres personas. Eran los encargados de hacer los caminos madereros. Caminos muy primarios de no más de dos metros de ancho para que los bueyes o los carros madereros tirados por yuntas de bueyes llevaran los trozos al aserradero. Estos carros de madera sólo tenían el eje de fierro, hasta la ruedas eran de madera maciza y ancha cortadas de un trozo de pellín, para que resistieran y no se hundieran en la tierra blanda, siempre húmeda y virgen. Cuando los trozos eran demasiado gruesos se acoplaban dos carros y pasaban a llamarse "chatas". Estas chatas podían llegar a ser tiradas hasta por seis yuntas de bueyes a la vez.
Cuando se inició la explotación, los trozos eran amarrados con cadenas al yugo de los bueyes para ser tirados hasta el aserradero. La cantidad de yuntas dependía del tamaño del trozo. Habia que ser experto en el manejo de los animales para hacerlos tirar con toda su fuerza en forma sincronizada. Los bueyes tenían nombres propios y reconocían la voz y entonación de las órdenes de su amo, se acostumbraban a él.
Otro grupo de trabajadores dirigidos por un maestro iniciaba la construcción del aserradero mismo y la instalación de las máquinas.
En el aserradero trabajaban alrededor de quince personas que sumados a los trabajadores del bosque llegaban a ser hasta treinta personas.
Las funciones típicas del aserradero eran:
- Fogonero, encargado de hacer funcionar el motor y mantenerlo con la presión necesaria. Debía madrugar más que el resto de los trabajadores para prender el fuego, levantar la presión necesaria y engrasar la máquina.
- Leñero, su tarea era mantener siempre la leña seca necesaria para el funcionamiento del locomóvil.
-Botero, con una yunta de bueyes acercaba y ordenaba los trozos frente al banco aserrador.
-Tumbadores, generalmente eran dos y con una herramienta lamada diablo debían dejar el trozo sobre el carro para ser pasado por las sierras. Eran verdaderos malabaristas en su especialidad.
- PALANQUERO, sí así con mayúscula, era el trabajador más especializado de la faena. Su trabajo consistía en hacer pasar el trozo por las sierras, moviendo una palanca que le conectaba movimiento a un carro, sobre el cual iba el trozo. Debía hacerlo a la velocidad justa para no dañar las sierras o parar el motor. También tenía que sacarle el máximo de provecho a cada trozo, desperdiciando lo menos posible. De la calidad de su trabajo dependía el ritmo de producción del aserradero y el trabajo de los demás. Los buenos palanqueros eran contratados con anticipación, eran muy cotizados por los productores.
- Bocasierra, el que recibe la madera que ha pasado por las sierras.
- Ayudante de bocasierra, acercaba las maderas a una sierra más pequeña, la sierra canteadora.
- Canteador, trabajaba una sierra mediana sacándole el canto a la madera salida del la sierra principal.
- Recibidor de canteador, separaba las piezas ya canteadas.
- Listonero, encargado de llevar los bordes con corteza al lugar de los desperdicios.
- Tapero, se encargaba de seleccionar las tablas de primer corte, con corteza, pero aprovechables.
- Tableros, los que sacaban la madera ya terminada y las depositaban en la rumas desde donde eran fletadas al pueblo, generalmente.
- Despachador, entregaba la madera a los fleteros con una guía de despacho.
-Aserrinero, sacaba el aserrín acumulado cerca de las sierras en una carretilla con barandas altas y lo botaba en las cercanías.
- Administrador, encargado del buen funcionamiento del aserradero y personal, llevada la contabilidad y control de todo. Era el representante del patrón.
Ninguno de estos trabajadores usaba ropa o implementos de seguridad. Trabajaban con ojotas, pantalón de mezclilla, faja, camisa y un sombrero de fieltro viejo.
El lugar físico donde estaba el aserradero era una construcción rústica cubierta con algunas tablas que protegían escazamente del sol, la lluvia y el frío a los trabajadores.
Los trabajadores vivían en el lugar de las faenas solos o con sus familias. Trabajaban de lunes a sábado de sol a sol y si era necesario hasta los domingos. Se paraba para desayunar y almorzar.
Terminada la temporada algunos seguían trabajando con el mismo empleador en otras funciones y la mayoría quedaba cesante hasta el próximo año. Sus salarios eran los mínimos para la época, salvo el palanquero, fogonero y administrador que tenían un trato un poco diferente por la importancia de su labor. Los trabajadores de los aserraderos de las empresas importantes estaban protegidos por la Ley del Seguro Social.
En muchos aserraderos funcionaban las pulperías que abastecían en el mismo lugar las necesidades básicas de alimentación de los obreros. estas pulperías eran de propiedad del dueño del aserradero y el valor de los consumos se descontaba del salario. Así se evitaba que el obrero se ausentara de su lugar de trabajo y el patrón incrementaba un poco más sus utilidades con el valor de los productos que entregaba.
En sectores como Los Lleuques, Santa María de Quepe y El Trueno existían escuelas primarias fiscales.
Primero que nada se hacía un recorrido por el bosque que se quería explotar. Como en Cherquenco todos los bosques que se explotaron entre 1900 y 1960 eran vírgenes, esta planificación duraba varios días; en algunas oportunidades, se veía el tipo de madera que había, en que cantidad y calidad, lugar donde se instalaría el aserradero, factibilidad de sacar la madera, maquinarias y herramientas a ocupar, trabajadores necesarios, abastecimientos, etc., era una tarea para expertos.
De lo anterior habría que deducir algunas de las causas de por qué la actividad maderera muere en Cherquenco a fines del siglo XX.
Estos trozadores eran verdaderos titanes y transformaban en arte su pesada labor, por la maestría que ponían en ella. Con hacha y "corvina"*, combos y cuñas de fierro, debían derribar árboles gigantescos y hacerlos caer en un determinado lugar para después poder cortarles las ramas y trozarlos a un largo pre establecido, generalmente tres metros sesenta para que fueran tirados al aserradero. Un árbol grande podía dar hasta seis trozos de cien pulgadas o más cada trozo.
Los trozadores trabajaban en parejas y por lo general eran familiares, padres e hijos, hermanos. Todos protegían su cintura envolviéndola con una faja roja, igual que los cargadores.
Hombres rudos, incansables que sólo detenían sus labores cuando la lluvia y la nieve lo impedían, eran trabajadores de todo el año, vivían con sus familias en el bosque , mientras que en el aserradero se trabajaba en verano y primavera.
Ganaban por las pulgadas que cortaban, por lo tanto, había que ponerle el hombro no más.
Un aserradero estaba formado en líneas generales, por un motor a vapor llamado locomóvil, que producía la energía necesaria para dar movimiento a un sistema de ejes y poleas, que hacía pasar el trozo empotrado en un carro, por las sierras circulares que lo cortaban a la medida requerida.
Con estos treinta trabajadores un buen aserradero debería producir unas ciento cincuenta mil pulgadas de madera verde en bruto por temporada.
Aserradero de Fuad Riadi A, uno de los últimos que funcionó.
Foto, Adriana Marín A.
Foto, Adriana Marín A.
Cherquenco.
Foto. Página Google.
La industria Bima, sigla de Bosques e Industria Madereras S.A aserraderos en forma permanente, con ciento ochenta trabajadores aproximadamente y con una producción de un millón de pulgadas* por temporada de explotación. Además había muchos productores más pequeños como Juan B. Duhart, Carlos Venegas, Bichara Riadi, Casimiro Escribano, Amador Riadi, Constantino Chaín, Fundo Santa María de Quepe, Bernardino y Luis Sagredo, Bagaro, Gilberto López, Miguel Gratenau, Inostroza y muchos otros que en conjunto producían la misma cantidad de Bima o un poco más.
Por lo tanto, salieron por temporada de los bosques de Cherquenco más de dos millones de pulgadas de madera nativa: coigüe, raulí, mañío, tepa, araucaria, pellín, roble, canelo, ulmo, etc. Si calculamos que en promedio un árbol producía unas cien pulagadas, se cortaron en cada temporada cerca de veinte mil árboles de madera nativa. Ahora, si consideramos, que la explotación fue fuerte durante ciencuenta, podemos decir, que en ese período se cortaron aproximadamente un millón de árboles, que demoraron cientos de años en crecer, o lo que es lo mismo, se extrajeron cien millones de pulgadas de madera nativa. Son cifras un tanto arbitrarias, pero dan una buena idea de la magnitud de la explotación maderera. Hay que agregar a esto todos los áboles que se talaron para leña, cercos y otros menesteres. No existen registros precisos de producción.
Lo más grave de todo, es que los trabajos se hicieron sin manejo técnico y ninguna de las empresas explotadoras plantó ni una miserable mata. Porque en esos años nadie imaginó, o no quizo imaginar la magnitud del problema ambiental. O tal vez, la conveniencia económica nubló las mentes de los empresarios y los gobernantes no tuvieron ninguna visión de futuro.
Se acabaron los bosques, los empresarios emigraron y Cherquenco a partir de mil novecientos sesenta y cinco o poco antes empieza a morir como capital maderera de Chile.
CORVINA: Sierra de acero dentada de unos 2 metros de longitud por 20 cm. de ancho y con asas en cada extremo, usada para cortar árboles y leña entre dos personas.
PULGADA: tabla de madera de una pulgada de espesor , 10 pulgadas de ancho y doce pies de largo. Se escribia en las guías de
despacho 1 x 10 x 12, en ese orden.
Por lo tanto, salieron por temporada de los bosques de Cherquenco más de dos millones de pulgadas de madera nativa: coigüe, raulí, mañío, tepa, araucaria, pellín, roble, canelo, ulmo, etc. Si calculamos que en promedio un árbol producía unas cien pulagadas, se cortaron en cada temporada cerca de veinte mil árboles de madera nativa. Ahora, si consideramos, que la explotación fue fuerte durante ciencuenta, podemos decir, que en ese período se cortaron aproximadamente un millón de árboles, que demoraron cientos de años en crecer, o lo que es lo mismo, se extrajeron cien millones de pulgadas de madera nativa. Son cifras un tanto arbitrarias, pero dan una buena idea de la magnitud de la explotación maderera. Hay que agregar a esto todos los áboles que se talaron para leña, cercos y otros menesteres. No existen registros precisos de producción.
Lo más grave de todo, es que los trabajos se hicieron sin manejo técnico y ninguna de las empresas explotadoras plantó ni una miserable mata. Porque en esos años nadie imaginó, o no quizo imaginar la magnitud del problema ambiental. O tal vez, la conveniencia económica nubló las mentes de los empresarios y los gobernantes no tuvieron ninguna visión de futuro.
Se acabaron los bosques, los empresarios emigraron y Cherquenco a partir de mil novecientos sesenta y cinco o poco antes empieza a morir como capital maderera de Chile.
CORVINA: Sierra de acero dentada de unos 2 metros de longitud por 20 cm. de ancho y con asas en cada extremo, usada para cortar árboles y leña entre dos personas.
PULGADA: tabla de madera de una pulgada de espesor , 10 pulgadas de ancho y doce pies de largo. Se escribia en las guías de
despacho 1 x 10 x 12, en ese orden.
Don Juan Bautista Duhart, antiguo maderero de cherquenco
Foto: Página Google.
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